En el año 2016, junto a mi hermana menor Mara Saiz, creamos “Princesas Extraviadas, el valor de valorarte” un maravilloso proyecto destinado a mujeres que han dejado de brillar y que hemos realizado ya con más de doscientas mujeres de diferentes lugares de España.

Es un regalo que te mereces, una cita con tu gran amor, tu misma. Una ocasión para mimarte, para recargarte de energía positiva, para recibir y recuperar todos esos pedazos de ti que has ido dejando por el camino.

Hemos creado un espacio en el que revalorarte y re-tratarte, un viaje de descubrimiento interior en el que a través de dinámicas de grupo,

El Taller de autoestima es un encuentro en el que durante diez horas, en un hermoso lugar, doce mujeres diferentes se conocerán entre sí y se re-conocerán a nivel individual.

Aún no soy consciente de la suerte que he tenido de poder disfrutar y participar en primera persona de esta experiencia tan sumamente brutal. He entrado al taller con miles de lágrimas de desgarro y dolor e infinidad de heridas en carne viva. Pero puedo decir que salgo renovada, con muchas ganas de vivir y regalar sonrisas todos los días del resto de mi vida sin derramar ni una lágrima más, solamente las de felicidad. Esta experiencia me ha reencontrado con mi niña, mi adolescente, mi mujer y valorarme en todos esos aspectos al máximo exponente. Me llevo conmigo 10 princesas, 2 reinas, 2 ángeles y a mi misma, una amazona fuerte, segura de si misma y que se ama tal y como es. Experiencia recomendable al 2000% Solamente puedo decir, MILES DE GRACIAS

Marina

Fui una Princesa Extraviada que decidió probar a encontrar su camino de nuevo. Quería encontrar el camino de vuelta a mi misma y el taller me ayudó a empezar a recorrerlo. Mi mayor temor era tener que compartir con mujeres desconocidas pero de mi misma ciudad algo tan íntimo. Gracias al taller me reconcilié con la tribu femenina, de la cual me creía no integrante o no aceptada sin saber por qué.
Conocí a mujeres con las que poder abrir mi corazón y tejer un nuevo mapa. Cerré capítulos, me reconcilié con mi sombra y miré mi cuerpo de otro modo. Me vi hermosa en cada una de las fotos, me vacié para volver a llenarme. Simplemente una experiencia esencial.

Laura

Y yo como siempre hablo poco y tarde… Pero ahí va! Me teníais tan alucinada que casi ni me brotaban lagrimas (llegué a pensar que mi sensibilidad había desaparecido) ni me salían las palabras…hasta q vi que llegaba el final del día, entonces ahí me di cuenta de que yo también era tan especial como todas vosotras; de que me había quedado con algo de todas vosotras para siempre dentro de mi corazoncito lleno de tiritas; de que me queda mucha vida para seguir luchando; de que tengo que sonreír; de que tengo que hacer lo que sea para ponerme bien; de que tengo q intentar dejar mi dolor a un lado, no voy a permitir que me venza y centrarme en todo lo bueno que tengo a mi alrededor; de quererme tal y como soy; de que necesitaba este empujón para salir a flote otra vez, que me estaba hundiendo yo sola y no podía salir…
Y aunque los demás piensen que me he animado por una foto no es solo eso … es la primera vez que veo una foto mía que no me transmite tristeza si no serenidad, tranquilidad, libertad y esperanza. Gracias a todas vosotras, mis princesas, mis reinas, mis ángeles… 
Ahora se que mi padre, este donde este me esta diciendo al oído “Silvia, lo estás haciéndo bien”. Os quiero

Silvia

Ya hace dos años que hice el taller de Princesas Extraviadas, vencí mis miedos y vergüenzas y me decidí a ir y nunca podré dejar de agradecer a Ana y Mara por tan enriquecedora y bonita experiencia. Entre siendo una persona llena de miedos, inseguridades, poca autoestima, con muchas palabras por dentro por decir y salí renovada, con un gran peso que me quité de encima, queriéndome mucho más, ahí volví a renacer y me convertí en la más bella de las princesas. El cambio fue radical en mí desde el primer día. Aparte muchas cosas de mi vida que no me hacían feliz, pensé más y me dediqué más a mí por primera vez.
He aprendido a quererme muchísimo más, a estar orgullosa de como soy y de lo que soy. No quiero a personas en mi vida que no me valoran o no me quieren como yo merezco. Pude hablar con mi padre en un mar de lágrimas y que él me hablara a mi a través de las otras princesas que había allí y fueron las palabras más bonitas que podría haber oído nunca, los dos ya sabemos cuánto no queríamos.
A partir de ese día me elegí ante todo a mí, a mi libertad y entonces, mis alas se abrieron, sentí florecer y convertirme en la flor más preciosa. Si vierais mi cuerpo entenderíais como me siento, me he tatuado flores y mariposas por todo lo libre y preciosa que me siento. Os doy mil gracias a las dos y a mis compañeras por tan importante día, por acompañarme a renacer, ahora me miro al espejo y veo que soy feliz y me merezco lo mejor.

Emma