Si algo sabemos a estas alturas de la existencia es que todo el conocimiento ha de ser transmitido, estamos en un momento en el que no podemos volver al hermetismo que durante siglos se mantuvo con algunas tradiciones, el ser humano está buscando, necesita saber cuál es el sentido de su vida, qué viene a hacer aquí, cualquier filosofía, religión o doctrina que le ayude a desvelar sus dudas y a ahuyentar sus miedos ha de ser recuperada.

La Cábala hebrea es un sistema que, a través de la interpretación mística del Antiguo Testamento, la Torá para los hebreos, trata de responder a esas cuestiones esenciales que el Ser humano siempre se ha hecho. La Cábala se transmitió durante mucho tiempo de labios a oídos, de maestros a discípulos, estos debían ser hombres mayores de 40 años. A esta edad se consideraba que uno ya sabía manejar los asuntos terrenales y podía echar un vistazo a los celestiales y más trascendentales.

Los cabalistas consideran que el hombre ha de cumplir con una misión, ha de realizar su tikún, una palabra hebrea que significa reforma, mejora y que para nosotros va a ser la colaboración que el ser humano ha de hacer con Dios para perfeccionar la creación o, dicho de otro modo, la restitución de la Unidad en el universo.

Pensar por un instante que te toca “mejorar la creación” puede hacerte pensar: ¡menuda responsabilidad! ¿no? Como si no tuviera bastante con educar a mis hijos, pagar facturas y hacer bien mi trabajo cotidiano.

Hay una dimensión del hombre que todavía se nos escapa a pesar de contemplarse en todas las culturas a lo largo del tiempo, es esa parte más allá de la personalidad, transpersonal, la  que se siente más allá un cuerpo , que percibe que “ todo” no tiene que ser sólo “ esto” que se ve .

Para esa parte de ti que no ha olvidado quién es, o de donde viene, hay un mapa, una guía que le ayuda a recordar qué hace aquí, qué parte ocupa dentro de esa reparación cósmica y qué puede hacer para contribuir.

Ese mapa es El Árbol de la Vida y es la forma de representar gráficamente la mística judía que conocemos como Cábala, un intento de ordenar el Universo, “ un árbol genealógico” en el que Dios se emparenta con el hombre. El “contrato sagrado” que esa parte de ti que no es tu cuerpo firmó antes de venir aquí.

            Sí, la Cábala puedes aplicarla a tu vida, a través de conocer este “contrato” y saber cómo puedes ayudar tú a que el Universo y el ser humano vuelvan a ser uno. Puedes conocer cuáles son las herramientas que traes para poder hacerlo, los bloqueos que aparentemente te impiden lograrlo, los potenciales que se esconden debajo de algunos de tus miedos y esas cosas pendientes que no supiste hacer en otro tiempo o las que hiciste tan bien que ahora podrías ser ejemplo para otros.

Hay una correspondencia de este Árbol, cuyas raíces están en el cielo, con el alfabeto hebreo, tu cuerpo y la baraja del Tarot, una de esas maravillosas “causalidades de la vida”…

Si he conseguido que te sorprendas, que te plantees cosas, que por un instante hayas dejado de preocuparte por cómo vas a pagar la letra del coche este mes y he despertado un poco tu curiosidad, me daré por satisfecha, se ha comenzado a despertar esa semilla divina que duerme en tu interior.

Artículo publicado en Verdemente