La Vida siempre sabia nos pide detenernos ahora, olvidarnos de agendas y asuntos pendientes y atender lo urgente e importante.
Es un virus con nombre y apellido él que ha venido a poner un STOP en nuestra acelerada y ocupada existencia, es un virus el que nos ha obligado a meternos en casa y ESTAR con los nuestros.
Es el sentido menos común de todos al que hay que acudir ahora, son las redes sociales de carne y hueso las que han de activarse.
Es la vacuna de la solidaridad la que nos puede sanar a todos.
Es otra oportunidad la que se nos está dando para recuperar la fe en el ser humano, para reconectarnos y despertar.
No permitamos que el miedo tome el mando, no le dejemos convencernos de que no podemos, mirémosle a los ojos esta vez y digámosle que estamos preparados. Es el mejor remedio para el sistema inmune y puedes fabricarlo en tu interior.
Cuidemos de nuestra familia, la que hay dentro de casa y la que hay fuera, que es la humana y también nos toca.
Demuestra tu responsabilidad, ahora no toca jugar, ni aparentar que no pasa nada, ni desafiar al destino. Se trata de responder a lo que está sucediendo con habilidad, con los recursos que tenemos.
Riámonos después, celebraremos cuando todo pase, porque esto también pasará, seguro.
Mientras, aprovecha lo que está sucediendo para crecer, para crear una nueva manera de hacer las cosas, para cuidarte y reinventarte, para relativizar y hacer caso a lo importante. Parar para reparar- te (como dice el maestro José María Toro)
Contagiémonos de consciencia, hagamos viral la empatía y que esta sea una pandemia de Amor por la vida, que es de lo que todos estamos hechos.
¡¡Despertemos!!
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